Cómo empezar tu devoción

El primer altar está en tu corazón

Comenzar a venerar a la Santa Muerte es una decisión espiritual que debe nacer de tu corazón. Lo único que necesitas para empezar este camino es tener fe en la Santa Muerte y en que ella te ayudará. Ella no pide más, pero nosotros como devotos le dedicamos un espacio en nuestra vida, sumando nuestro esfuerzo y nuestro tiempo como una forma de amor. Lo importante no es la forma ni el valor económico de una devoción, lo que importa es el amor, la voluntad y la fe que le ponemos. Dicho esto, vamos a empezar a explicar los asuntos materiales de este comienzo de camino.

Para empezar tu devoción escoge una imagen de la Santa Muerte que te inspire y te llame, un lugar adecuado en tu casa, el que te resulte cómodo, para un pequeño altar, y disposición a tratarla con el mismo respeto con el que tratarías al ser más querido, Aquí te damos algunos consejos básicos:

• Elección de la imagen: Puedes optar por una estatua de la Santa Muerte o una estampa/cuadro con su imagen. Confía en tu intuición para elegirla: muchas personas dicen que la Santa Muerte te escoge a ti, es decir, habrá una imagen en particular que te llame la atención particularmente por algún motivo desconocido. No importa el material o el tamaño; puede ser desde una figura grande de cerámica hasta una tarjetita con su oración. Tradicionalmente se recomienda que tu primera imagen sea recibida como regalo, pero no siempre es posible si no conoces a ningún devoto-. Adquirirla tú mismo está bien, siempre y cuando lo hagas con amor y cariño. Antes de ponerla en el altar es recomendable consagrarla o bendecirla: límpiala con humo de copal o agua bendita y pídele a la Santa Muerte que habite en esa imagen para servir de canal entre ella y tú. Desde ese momento, trátala como si fuera ella en persona.
• Creación del altar: Busca un lugar tranquilo y elevado en tu hogar para colocar la imagen. Lo ideal es una repisa o mesita a la altura de tu pecho o más arriba. Si convives con otras personas, lo mejor es que tu altar esté en un sitio donde no sea pisado ni manoseado por accidente. Es preferible darle un lugar privado o discreto, no por ocultarla, sino para asegurarse de que quien tenga acceso a ese altar sea alguien que tenga respeto. Puedes cubrir la superficie con un mantel o paño limpio; suelen usarse colores rojo, blanco o morado para el altar, pero no es una regla rígida.
• Reglas básicas de respeto: Una vez que tengas su espacio sagrado, dale la bienvenida a tu casa de forma sincera. Puedes presentarle la casa hablando en voz alta: por ejemplo, «Santísima Muerte, esta es tu casa también. Te recibo con amor, que nunca te falte mi respeto ni lo que necesites». No la trates con miedo, trátala con cariño y solemnidad. Jamás la amenaces ni le digas groserías; la relación debe basarse en amor y confianza, no en terror. Tampoco la escondasa vergonzado: si bien no tienes que exhibirla a quien no entienda, ella nunca renegará de ti, así que no reniegues tú de ella. Mantén su espacio limpio y ordenado, como signo de tu devoción. Evita colocar a la Santa Muerte en el mismo altar que otras deidades o santos. Sobre todo, sé constante: la devoción no es un acto único, sino un vínculo que se fortalece día a día.

Finalmente, entender el respeto básico incluye cumplir lo que prometas. Si en algún momento le ofreces algo a cambio de su ayuda (por ejemplo: «Si me concedes X, te prenderé una vela cada viernes» o «te llevaré mariachi el Día de Muertos»), asegúrate de hacerlo. No hay peor falta de respeto que prometer y no cumplir. Más vale no prometer nada si no estás seguro. Ella comprende nuestras limitaciones, pero aprecia la honestidad.

Elementos del altar: velas, agua, flores, copal y ofrendas (disposición y limpieza)

Tu altar será el espacio tangible donde honrar a la Santa Muerte. No necesitas lujo, pero sí intención y cuidado. A continuación, te contamos cuáles son los elementos básicos que suele tener un altar de la Santa Muerte y cómo disponerlos y mantenerlos:

• Imagen de la Santa Muerte: Es el centro del altar. Coloca la estatua o estampa en el lugar principal, preferiblemente en el medio y al fondo, contra la pared o un respaldo. Alrededor de la imagen irán las ofrendas y demás elementos.
• Velas o veladoras: La luz es fundamental, ya que representa la fe y guía espiritual. Se recomienda tener al menos una vela encendida en su altar regularmente. Muchos devotos mantienen una veladora prendida día y noche frente a la Santa Muerte, especialmente al principio para darle energía al espacio; si lo haces, extrema precauciones de seguridad (usa un vaso velador y colócalo en un plato con agua debajo, nunca cerca de cortinas ni objetos inflamables). Si no puedes dejar velas fijas, enciéndelas durante tus oraciones o peticiones y apágalas cuando termines . El color de las velas puede variar según tu intención: vela blanca para agradecimiento o paz, roja para amor, dorada para prosperidad, verde para salud, negra para protección, morada para limpieza espiritual, azul para estudios, naranja para temas legales, etc. Puedes tener un surtido de veladoras de distintos colores e ir usando la que corresponda a cada petición. Lo importante es nunca dejarle faltar una luz a tu Madrina, porque se dice que su llama es la energía que te ilumina a ti también.
• Vaso de agua: Siempre ten un vaso o copa de agua fresca en el altar. El agua es un canal espiritual y actúa como ofrenda de vida. Mantenla limpia y llena; cámbiala al menos cada semana (o antes si notas que disminuye o se enturbia). Nunca permitas que el vaso esté vacío. Se cree que la Santa Muerte bebe de esa agua, por lo que es tanto ofrenda como canal. Al cambiarla, vierte la anterior en el desagüe (algunos la usan para regar plantas fuera de casa).
• Incienso o copal: El humo del incienso purifica el ambiente y es portador de oraciones. El copal, resina aromática usada desde tiempos prehispánicos, es especialmente apreciado en este culto. Puedes quemar copal en carbones o usar incienso al rezar. El incienso limpia el espacio de energías densas y lleva tus peticiones al mundo espiritual.
• Flores: Las flores simbolizan la belleza y el respeto hacia la Santísima. En los altares de Santa Muerte no suelen faltar flores frescas – las más tradicionales son las rosas (rojas, blancas o de colores según la petición), claveles, crisantemos, nardos o incluso las flores de cempasúchil (las típicas del Día de Muertos). Pon un ramito o unas cuantas flores en un jarroncito con agua. Cámbialas en cuanto se marchiten; nunca dejes flores secas o podridas en el altar, ya que eso simboliza descuido y atraería malas energías. Si no puedes conseguir naturales con frecuencia, puedes usar flores artificiales, pero mantenlas limpias de polvo.
• Comida y dulces: Ofrecer alimentos es una manera de compartir con la Santa Muerte parte de lo que tienes. Frutas (especialmente manzanas rojas, que simbolizan la vida dulce y son favoritas en trabajos de amor), pan (en especial pan de muerto en temporada de noviembre, o pan dulce corriente) y dulces o chocolates son comunes. Estos representan la abundancia y la dulzura de la vida compartida con ella. Si pones comida cocinada (algún platillo), recuerda retirarla al cabo de uno o dos días antes de que se descomponga. Nada debe pudrirse en el altar, pues sería una ofensa. Lo que retires (frutas ya secas, pan duro, etc.) entiérralo o deposítalo en la naturaleza si es posible. Un altar limpio y bien atendido refleja tu seriedad como devoto.
• Bebidas: Muchas personas comparten con la Santa Muerte las bebidas que a ellos les gustan, como símbolo de amistad. Es común ofrecerle licores: tequila, mezcal, cerveza, ron, vino tinto, etc., servido en una copita. Algunos devotos incluso brindan con ella: sirven dos copas, le dejan una a ella y se toman la otra. Puedes también ponerle un vasito de café, atole, agua de sabor o cualquier bebida que consideres especial. Al igual que la comida, cámbiala si se echa a perder (por ejemplo, la cerveza después de varios días pierde gas; es momento de sustituirla).
• Tabaco: Otro elemento tradicional es el tabaco. A la Santa Muerte suelen ofrecerle cigarros o puros encendidos, pues se dice que le agrada el humo como ofrenda y compartir un «humo» es un acto de camaradería. Si fumas, podrías encenderle un cigarro a ella y otro tú, de vez en cuando. Si no fumas, esto es opcional; no es obligatorio, solo un detalle que muchos devotos incorporan.
• Objetos personales y simbólicos: Dependiendo de tu petición, puedes colocar objetos relacionados en el altar. Por ejemplo, si buscas trabajo, podrías dejar tu tarjeta de presentación o una herramienta de tu oficio. Si es protección para la familia, pon una foto de tus seres queridos bajo su resguardo (mejor enmarcada o en buen estado). Algunos dejan cartas con sus deseos escritos, o una lista de situaciones que necesitan resolver. La Santa Muerte valora estos actos simbólicos. Sólo recuerda luego retirar papelitos u objetos una vez que consideres que tu petición fue atendida, para que el altar no se desordene demasiado.

Disposición del altar: No hay una única forma «correcta» de acomodar las ofrendas, pero una sugerencia simple es: Santa Muerte al centro; a un lado de ella coloca el vaso de agua y al otro las flores. Al frente, pon las velas (puedes tener un candelero o veladoras de vidrio). Distribuye la comida, dulces y bebidas frente a la imagen, de forma simétrica o armoniosa. Si tienes varias imágenes de Santa Muerte (por ejemplo, en diferentes colores), puedes agruparlas o poner cada una con sus ofrendas del color correspondiente, pero al inicio es mejor enfocarte en una sola imagen principal.

Limpieza y mantenimiento: Un altar efectivo es un altar atendido. Esto implica: cambiar el agua cada pocos días, retirar ofrendas pasadas, limpiar cenizas de incienso, quitar el polvo, y reponer velas según se consuman. Un altar descuidado no servirá – piensa que tu altar refleja tu dedicación. Cada vez que limpies, puedes aprovechar para hablar con tu Santísima, explicarle que lo haces para que esté a gusto. Verás que mantener este espacio sagrado ordenado también te brinda paz mental a ti.