Muchos son los que se acercan a la Santa Muerte buscando consuelo en sus milagros. Es por ello que muchos comienzan a acercarse a la Santa Muerte buscando una solución mágica a través de un hechizo o ritual con ella. Todas las formas de aproximación son válidas, pero hay que tener en cuenta que la Santa Muerte, aunque misericordiosa, pide que sus favores sean pagados con nuestra devoción y cariño. Lejos de ser una santa vengativa, la Niña Blanca ofrece sus favores a aquellos que lo merecen y lo hace con justicia y cariño. Si la Santa Muerte te ha hecho un favor, es bueno que se lo devuelvas. Si no lo haces, no esperes un castigo o una reprimenda, pero probablemente si quieres volver a contar con ella de nuevo necesitarás pagar tus deudas antes.
Empezar a trabajar mágicamente con la Santa Muerte por nuestra cuenta exige que tengamos a la Santa Muerte presente en nuestras vidas como devotos. Por ello, antes de cualquier práctica mágica, es recomendable que haya un culto previo o, como mínimo, una presentación ante la Santa Muerte con su correspondiente devoción y ofrenda.
El trabajo mágico con la Santa Muerte está influenciado por diversas tradiciones y corrientes. Por un lado existe un fuerte componente de catolicismo popular: muchas oraciones son adaptaciones de novenas o rosarios (incluso se invoca la Santísima Trinidad en las plegarias). De hecho, se llegan a vender rosarios y medallas al pie del altar, y hay templos donde se realizan misas en honor a la Santa Muerte aún sin aprobación eclesiástica. Por otro lado convive un fuerte trasfondo prehispánico: la muerte como presencia sagrada conecta con el viejo culto a la muerte y los dioses del inframundo.
Existen también influencias de otras tradiciones esotéricas y religiones. Por ejemplo, se ha importado de la santería cubana la idea de las “siete potencias”. En algunas mesas espiritistas se invoca a la Santa Muerte como un espíritu protector y también le ofrecen rituales propios de chamanes o brujos. La brujería mexicana contemporánea la incorpora como aliada en hechizos de todo tipo. En contraste, en ámbitos populares más laicos el culto se gestiona de manera doméstica y muchos omiten o modifican sus rituales a su gusto.
En resumen, no hay un único protocolo o una única forma de trabajar con ella. Hay devotos que solo llevan flores y rezan como se haría a cualquier santo; otros combinan lenguas o perfumes sagrados, frases de grimorios o prácticas de magia de muchos tipos. Lo que nos une a todos es la fe en su poder y saber que ella siempre cumple.
